EL REGALO PERFECTO, ¿MITO O REALIDAD?
- Alvaro Galindo
- 2 nov 2018
- 2 Min. de lectura

En mi casa, los meses tras el verano son una auténtica locura de cumpleaños. Se juntan unos con otros y otros con unos. Básicamente nos tiramos dos meses comiendo tarta y soplando velas. Y si, comprando regalos también!
Me da pena como muchas veces, por falta de tiempo (casi siempre) o ganas (a veces…), dedicamos menos tiempo a pensar en un buen regalo. Todos somos conscientes de cuando compramos un buen regalo, o cuando compramos un regalo, sin más.

Es cierto que a medida que pasan los años cuesta más, porque no quieres repetir ni regalar nada similar a años anteriores.
Creo que todo es debido a que, de forma inconsciente, tendemos a buscar un regalo material, un regalo que compremos en una tienda y nos lo envuelvan muy bonito con un gran lazo, y ya si es lo último en tecnología, o la última moda… acertamos seguro!
Casi siempre, se nos viene a la cabeza el gran hobby de la persona a la que vamos a regalar, por ejemplo, monta en bici …pues un casco! …o unas zapatillas de bici!!! …o un culote!!!! …o seguro que no tiene una mochila de esas para beber agua!!!!! Y así, vamos rebuscando accesorios que probablemente esa persona ya tenga, o sino los tiene es porque no los necesita. Así nos sucede con frecuencia, y a mí el primero!
Cuando en otras etapas de mi vida he tenido más tiempo, me ha gustado currarme regalos más artísticos, haciendo alguna manualidad, montajes a modo de tarjetas y cosas así que siempre ponen de manifiesto que el regalo se hace con cariño y ganas. Por el ritmo de vida que llevo a día de hoy, me resulta un poco imposible dedicar mucho tiempo a pensar y a hacer regalos, y por lo que oigo… no soy el único!
Y efectivamente…aquí va la promoción! ;) Si has leído hasta aquí seguro que adivinabas el final de esta entrada, y es que…
¿¿¿qué mejor regalo que unas fotografías???
Lo digo con el corazón. No hay nada más bonito que ver la cara de unos padres, o unos abuelos cuando les enseñas las fotos con sus hijos o nietos! No se me ocurren muchos regalos que generen esa cara de felicidad y agradecimiento absoluto al instante de abrirlo. Tal vez sea porque esas fotos captan las sonrisas, las penas, los miedos y las arrugas de toda una vida, o las arrugas de llevar nueve meses en la barriga de mamá… Tal vez porque una foto es para toda la vida, y nunca te cansarás de verla… Tal vez porque nunca te han regalado fotos, y te hace más ilusión de la que imaginabas… No sé, a cada uno le generará unos sentimientos diferentes, pero la cara de todos es la misma, y la sensación del que hace el regalo es de haber encontrado el regalo perfecto.

コメント